Dánika Lisbeth Donis Vásquez
Estudiante de Licenciatura en Tecnología de Sistemas Informáticos, en la UVG Campus Sur, actualmente residen en Poptún Petén.
“Estoy muy agradecida con el todo el apoyo que me ha dado mi familia porque sin ellos todo sería muy diferente”.
Biografía
Dánika Lisbeth nació en la ciudad de Guatemala y vivió allí por poco tiempo. Al cumplir sus dos años, su familia se mudó a Poptún, Petén. Cuando cumplió cuatro años comenzó a ir a la escuela, tuvo mucha suerte, porque la escuela quedada a dos cuadras de su casa.
Disfrutó mucho los años que pasó en preprimaria, le gustaba mucho participar en todas las actividades que hacían y siempre era la primera en la lista. Cuando estaba pequeña era muy extrovertida, participó en desfiles y muchas cosas más, pero solo estuvo dos años en esa escuela.
A sus seis años, la aceptaron como oyente en la Escuela Oficial Urbana Mixta del Barrio Ixobel de Poptún. Le dijeron a su mamá que no le podían inscribir por su edad. La escuela igual quedaba muy cerca de su casa, a unas cuatro calles.
Siempre se iba caminando con alguien a la escuela. Muy feliz iba todos los días a la escuela, realmente le interesaba mucho aprender: le interesaba tanto que fue la primera en aprender a leer y a hacer todas las cosas que pusiera la maestra. Como resultado fue la niña que obtuvo las mejores notas del grado y gracias a eso la pudieron inscribir oficialmente a primero primaria y ese año de estudios sí fue tomado en cuenta.
Fueron pasando los años y se graduó de primaria, en todos los grados, desde primero a sexto, siempre obtuvo el primer lugar en las notas, eso nunca cambió. Lo que sí fue cambiando fue su actitud, durante esos años se convirtió en una niña más reservada e introvertida, pero siempre seguía siendo muy alegre.
Durante esos años desarrolló algunos de sus pasatiempos favoritos, que son la costura, el bordado, jugar basquetbol y otros. A sus 12 años entró a estudiar al INEB J.M Prof. José Vicente López y López, de Poptún, Petén. Estaba muy entusiasmada de estudiar en ese instituto porque era muy difícil entrar y tiene fama de dar una excelente educación. Gracias a su esfuerzo logró pasar el examen de admisión y el primer día de clases se la pasó muy bien. Lo malo era que quedaba lejos de su casa, a unos tres kilómetros y debía irse en bicicleta porque estaba muy lejos para irse caminando. Hizo algunas amigas que vivían en el mismo barrio que ella y se iba con ellas en bici a la escuela, fue un tiempo muy bonito para Dánika.
Al entrar a básico comenzó a desarrollarse más como persona en varias áreas de la vida. Se unió a un equipo de basquetbol y participó muchas veces en competencias. Su equipo ganó varias veces primeros lugares. Pudo participar en las olimpiadas de las ciencias y obtuvo segundo lugar en matemáticas en la competencia departamental.

Durante el básico, participó en muchas actividades como canto, oratoria, baile, deportes y otras cosas. Siempre daba lo mejor de sí y en muchas ocasiones ganó primeros lugares. Como en la primaria, en el básico siempre se mantuvo en los primeros lugares del cuadro de honor y siempre fue una buena estudiante.
A los 15 años empezó a estudiar su carrera de diversificado en el Liceo Cristiano con Orientación Universitaria “El Shaddai”. En este colegio aprendió muchísimas cosas y fue el encargado de prepararla para entrar a la universidad, la metodología que utilizaban los maestros era parecida a la que utilizan los catedráticos en la universidad. En el colegio no tuvo muchos amigos y dejó de practicar basquetbol porque el equipo que tenía en el básico se desintegró.
Durante el básico y nivel medio la invitaron a ser parte de varios eventos, ya fuera declamando algún poema o con una participación de oratoria. Cada una de las cosas que vivió le ayudó a ser una mejor persona. A lo largo de los años ha cambiado mucho, pero aún conserva la misma esencia que tenía cuando era una niña.
Formación académica:
- Bachillerato en Ciencias y Letras con Orientación en Computación, Liceo Cristiano con Orientación Universitaria El Shaddai; Poptún, Petén, 2019 y 2020.
- Licenciatura en Tecnología de Sistemas Informáticos, UVG Campus Sur, 2020
Reconocimientos:
- Reconocimientos por pertenecer al cuadro de honor (diplomas y medallas).
- Primeros lugares en competencias de canto y baile, competencias grupales.
- Primeros lugares en competencias de basquetbol.
- Segundo lugar en el área de matemática en las olimpiadas de las ciencias, competencia departamental.
- Primer lugar en concurso de poemas.
Encuentro con la Fundación:
Para Dánika, todo empezó cuando estaba en tercero básico. Ella se interesó en buscar una beca de estudio para su carrera de diversificado, pero la buscó muy tarde y ya todas las convocatorias estaban cerradas. En ese entonces no sabía mucho del tema porque en ninguna parte orientaban a los estudiantes a buscar ninguna beca.
Al percatarse de que no tenía la oportunidad de aplicar a una beca para diversificado, comenzó a buscar una beca para la universidad. Su familia decía que se estaba adelantando mucho porque aún faltaba bastante tiempo, pero ella creía que era bueno conocer los requisitos de las becas. Después de investigar, encontró varias convocatorias de beca y se propuso esforzar durante su diversificado para ser una excelente estudiante.
Siempre hizo todo lo que pudo por ser la mejor estudiante y lo logró, en especial trataba de aprender algunas cosas aparte de las que enseñaban en la escuela, porque sabía que era importante aprender otras cosas. En esos dos años de estudio obtuvo el primer lugar el colegio.
En 2020 estaba cursando el último año de su carrera y aplicó a la convocatoria de becas, buscó toda la información que pedían y llenó el formulario en línea. A Dánika le preocupaba mucho lo que iba a pasar, porque pensaba que al vivir en Petén tendría un nivel de educación más bajo y, por ende, menos posibilidades de ser seleccionada.
Envió sus documentos y todos los días se sentía muy angustiada por saber la respuesta. Cuando le dijeron que seguía en el proceso se sintió muy contenta y a la vez desconcertada, porque realizaban muchas pruebas y en ellas participaban muchos estudiantes. Sus padres siempre le dieron ánimos y le decían que ellos confiaban en ella y en que le iban a dar la beca.
Con cada fase nueva del proceso se sentía más aliviada, porque tenía más esperanzas de que le otorgaran una de las becas. En todo el proceso experimentó muchas emociones y se la pasó muy bien en cada una de las entrevistas.
Aún recuerda cuando anunciaron el día de la entrega de becas. Por su mente solo pasaba la frase “¿y si no me dan la beca a mí, ¿qué voy a hacer?”. Dánika pasó varios días angustiada y lo peor fue que a su papá le dieron un paquete para ella, él no le contó nada, pero su mamá sí, saber de ese paquete le preocupaba aún más, porque le hacía pensar que no le iban a dar la beca a ella y que le había mandado un premio de consolación.
El día de la entrega de becas, sus padres se quedaron en casa con ella para esperar la hora del evento. Cuando empezaron a mencionar a los ganadores de la beca sentía muchas emociones y solo esperaba que mencionaran su nombre.
Al ver su nombre se sintió muy feliz, tan feliz que lloró de la felicidad. Los días siguientes al evento, se sentía muy contenta, pero se venía un problema mucho más grande: buscar un lugar en donde pudiera vivir. Al vivir en Petén, tenía que buscar una casa para vivir en Escuintla.
En ese entonces estaba a punto de experimentar uno de los cambios más radicales en mi vida y no tenía ni la menor idea. Los primeros meses de clases los recibió en línea, en Poptún, Petén, pero en abril tuvo que mudarse a Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla porque las clases comenzaron a ser híbridas, A partir de ahí se mudó junto a su hermano.
Cuando recién llegaron a Escuintla, fue bastante duro para ellos ya que tuvieron que comprar muchas cosas para poder tener lo necesario en el lugar donde iban a vivir, Fueron unos días muy agotadores para ellos y comenzó a comprender mejor el esfuerzo que sus padres por verlos.
A Dánika le costó mucho adaptarse a su nuevo hogar, todo era totalmente diferente y extrañaba muchísimo a sus padres. Todos los días hablaba con ellos por horas y lo peor de todo es que era imposible verlos en persona porque están demasiado lejos de ahí.
Con el tiempo se ha ido adaptando a todo, ha aprendido a vivir sin sus padres cerca de ella, a cuidarse, a ser más independiente y en especial, ha aprendido como es la vida realmente, el valor del dinero, lo difícil que es hacer tantas cosas en casa, a ir de compras y un sinfín de cosas más a las que antes no les tomaba importancia.
Ahora he aprendido a valorar mucho más lo que otras personas hacen por ella.
Recibir la beca sin lugar a duda ha sido una gran experiencia en su vida que le ha ayudado demasiado a poder crecer como persona, a valorarse mucho más y a valorar a todos los que le rodean. Gracias a la beca ha podido conocer muchos lugares y personas, ha podido ver la vida desde otra perspectiva y en especial, ha cambiado su forma de pensar.
Otras actividades importantes:
Miembro de Lufecadis, asociación de ayuda a los niños con síndrome de Down.
Pasatiempos
Hacer costura, cantar, pintar y leer.