La desnutrición sigue siendo un desafío grave en Guatemala, y el departamento de Totonicapán, ubicado en el suroccidente del país se ha visto especialmente afectado por este problema en donde 8 de cada 10 niños lo padecen. El departamento de Totonicapán forma parte de los departamentos priorizados en Guatemala, ya que cuenta con 70% de desnutrición crónica, ocupando el primer lugar a nivel país.
La desnutrición crónica consiste en la falta recurrente de nutrientes esenciales, como proteínas, vitaminas y minerales, en la dieta de un niño durante sus primeros años de vida. Esta condición se caracteriza por un crecimiento lento y retrasado, así como un desarrollo físico y mental deficiente. Existen consecuencias devastadoras en la vida de un niño, ya que compromete su sistema inmunológico, aumentando la vulnerabilidad a enfermedades, retrasando el desarrollo cognitivo.
La desnutrición crónica tiene un impacto significativo en el desarrollo de los niños y limita sus posibilidades de tener un futuro digno. Los niños desnutridos suelen tener dificultades para aprender, lo que afecta su rendimiento escolar y su capacidad para adquirir habilidades necesarias para el futuro. Además, la falta de nutrientes adecuados debilita su sistema inmunológico, lo que los hace más propensos a sufrir enfermedades y retrasa su recuperación. Estos niños también pueden enfrentar problemas de salud a largo plazo, como estatura baja y deficiencias cognitivas.
Una consecuencia de la desnutrición crónica sufrida en etapas tempranas de la vida es la talla baja, asociada a un rendimiento físico insuficiente y, en consecuencia, a menores oportunidades.
Por otro lado, la desnutrición aguda se caracteriza por una falta de ingesta de alimentos y una pérdida rápida de peso, lo que puede llevar a complicaciones graves e incluso la muerte. Además, suele indicar una pérdida de peso reciente y grave, debida a que la persona no ha comido lo suficiente y/o a que tiene una enfermedad infecciosa, como la diarrea, que le ha provocado la pérdida de peso.
Para garantizar un futuro digno para la niñez de Totonicapán, ha sido crucial abordar la prevención de la desnutrición, a través de intervenciones nutricionales adecuadas, programas de educación y conciencia pública sobre la importancia de una nutrición adecuada desde los primeros años de vida.
La Fundación JBG cuenta con el Programa de Nutrición para abordar esta situación en Totonicapán. Este programa, busca desarrollar un impacto generacional al incidir en la disminución de los índices actuales de desnutrición crónica, siguiendo los principios de la Seguridad Alimentaria y Nutricional, a través de la transformación y desarrollo de competencias, promoviendo la autosostenibilidad en el cambio de comportamiento de las mujeres y sus familias; acercando alimento nutritivo a las comunidades e impulsando la generación de ingreso a través del emprendimiento.
