La vida de Paula tomó un giro de 180º desde que su madre vio un anuncio en la prensa sobre el programa de becas universitarias de la Fundación Juan Bautista Gutiérrez.
Su mamá la motivó a realizar el proceso para aplicar a las becas de la Fundación y consiguió un cupo para estudiar lo que más deseaba: ingeniería en la Universidad del Valle de Guatemala. Ese año, era el segundo que la fundación extendía este beneficio y el primero en que se lo daba a más de una persona.